Es tan grato el tacto y el aspecto de la seda natural, que merece la pena invertir en la compra de estas telas aunque haya que gastar más en ellas. Si no se dice lo contrario en la etiqueta, la seda es un tejido delicado que se puede lavar sin embargo hay que tener unas precauciones que no se tienen con otras telas. En esta entrada os dejamos unos sencillos consejos para el cuidado de la seda.

Ya vimos en su momento la historia de la seda y cómo se convirtió en producto objeto de intercambio en la Ruta de la Seda. Siguiendo con la historia, hemos conocido cómo llegó a Europa y cómo en Italia y Francia, entre otros países, se desarrollaron sederías que abastecían los mercados europeos. Mucho más cerca en el tiempo, os hemos contado los diferentes tipos de sedas existentes y las 25 mejores tiendas de telas que nosotros conocemos.

Vamos ahora a ocuparnos del cuidado de la seda para que nuestras prendas nos duren impecables toda la vida.

Lavado de la seda a mano

Puedes hacer un lavado ligero en agua fría a mano utilizando un detergente especial para seda y otras prendas delicadas. La clave estará en no frotar ni retorcer el tejido pues las fibras de la seda se pueden abrir con mucha facilidad. Tampoco es conveniente dejarla en remojo. Si te ha caído alguna mancha, debes lavarla de inmediato y aún así, habrá manchas que no se puedan eliminar ni con lavado ni en seco.

Un buen truco es echar un chorrito de vinagre de limpieza en el último aclarado. No lo estropea y ayuda a mantener vivos los colores.

Secado de la seda a mano

Como no conviene retorcer los tejidos de seda para quitarles el agua sobrante, lo mejor es dejarlos secar extendidos en horizontal sobre una rejilla o toalla pero siempre lejos del sol o de otras fuentes de calor como radiadores, etc.

Lo ideal es no colgar la prenda en percha para secar pues se puede deformar muy fácilmente. Dependiendo del tamaño de la pieza o si esta es muy ligera, puede dejarse secar en una percha anti-deformante.

Olvídate de la secadora

Planchado de la seda

Puedes planchar el tejido de seda con la plancha a unos 150º. Al igual que pasa con otras telas, si está un poco húmeda se planchará mejor. Utiliza la plancha en el modo seco, es decir sin vapor. Si la prenda de seda está muy seca, en lugar de mojarla, haz un poco de vapor en el cuarto de baño o en la cocina y déjala un rato allí para que coja esa humedad que le irá genial.

Por lo demás no hay que tener más que los cuidados habituales de planchado.

Para minimizar riesgos, es conveniente planchar la prenda del revés o con un paño protector

Lavado de la seda en lavadora

Las lavadoras actuales tienen muy buenos programas de seda que tratan bien este tejido. Nosotros la utilizamos bastante. Seguid las instrucciones del fabricante de la lavadora y utilizad jabón líquido especial y una bolsa de malla para protegerla mejor.

Para el secado y el planchado, son aplicables los mismos consejos que para el lavado a mano.

Un elemento importante a la hora de cuidar el tejido de seda es cómo la guardamos y conservamos.

Almacenaje de la seda

Para evitar los dobleces y la rotura de las fibras, es conveniente guardarla enrollada en lugar de doblada. Es muy fácil enrollarla en sí misma sin apretar demasiado. Los rollos se pueden colocar en un cajón unos junto a otros para que no se deshagan. Ocupan más espacio en el armario pero quedan mejor conservados. Si no os resulta fácil en enrollado, siempre se puede utilizar un tubo de cartón envuelto en papel de seda como base. Si la prenda es pequeña, se puede incluso guardar enrollada dentro del mismo tubo.

Es importante no guardar la seda en bolsas de plástico. Si la quieres proteger del polvo, mejor usar bolsas de tela. No hay problema en usar productos antipolilla siempre que no toquen la tela

Otros cuidados a tener en cuenta

Atención a los perfumes. No conviene que caigan directamente sobre la prenda pues tienen una base alcohólica que puede estropearla.

Tampoco conviene que se rocen con bisutería metálica que la pueda enganchar o raspar. Que ya nos hemos llevado algún susto en este sentido.

Espero que todos estos consejos os sean útiles. Y, ya sabéis, si tenéis más trucos, compartidlos.