Creo que estaréis de acuerdo en que los accesorios lo son todo a la hora de componer nuestros outfits.  Y qué mejor complemento que una buena joya.  A este respecto, soy categórica. Calidad y diseño son las claves. No se trata de empeñarse de por vida para adquirir valiosísimas joyas sino de saber elegir.

Un cuestionario que funciona a las mil maravillas:

1. ¿Cual es mi estilo y qué joyas son las más apropiadas para el mismo?

2. ¿Cuál es mi físico y qué es lo más apropiado para mí?

3. ¿Qué presupuesto quiero dedicar a este apartado?

Una vez respondidas las primeras preguntas,  pasamos a la siguiente fase:

4. De entre todas las posibilidades, ¿qué piezas de joyería o bisutería me gusta utilizar más?

5. Haz tu propia lista de imprescindibles

6. Aprovecha oportunidades y compra con cabeza.

Si apenas usas las pulseras,¿para qué invertir en ellas?. Céntrate en lo que sabes que vas a usar. Si te gustan los collares, busca esas piezas de diseño y calidad que  te  enamoran y que se adaptan a tu estilo, cuanto más intemporales mejor. Las tendrás para siempre. Huye de la chatarra por muy de moda que esté; se ve de lejos.

El top ten de los consejos:

1. Compra joyas ponibles. ¿Para qué tener piezas que no utilizas?

2. Mejor calidad que cantidad

3. Joyería y bisutería que ya no usas porque no te gusta, véndela o regálala.

4. No descartes las joyas de segunda mano y ocasión.

5. Si eres más de bisutería, recurre a marcas que cuidan el diseño y calidad de los materiales.

6. A la hora de crear tus outfits y en lo relativo a joyas, menos es más.

7. Si llevas pendientes grandes, prescinde de collar o que éste sea minimal y al revés.

8. Pulseras y brazaletes permiten más fantasía y barroquismo. Arriesga a llevar las que quieras siempre que estén en consonancia unas con otras.

9. Lo mismo con los anillos. Para eso tenemos 10 dedos.

10. No te olvides de los broches y alfileres. Es increíble cómo un broche puede transformar por completo un vestido o una chaqueta.