El uso de las perlas en joyería es tan antiguo como el mundo dado que pueden encontrarse de forma natural. En Avenio hemos querido reivindicar esta gema de hoy y de siempre. Acompáñanos a repasar las claves de su producción, sus tipos y sus principales características. Te contamos en esta entrada todo sobre las perlas.
Las perlas ¿Qué son?
Las perlas son gemas orgánicas que se forman en el interior de algunos moluscos bivalvos, ya sean marinos o de agua dulce. Su formación puede ser natural o cultivada. Estos moluscos son capaces de producir el nácar del interior de sus conchas y cubrir con el mismo cualquier partícula que se le introduzca. Siendo así, podríamos decir que la perla es una anomalía. Es la reacción del animal a un cuerpo extraño que no puede expulsar. Si lo acepta en su interior, lo va recubriendo con capas de aragonito y conquiolina. Cuanto más tiempo se le deje, más capas producirá.
Características de las perlas
Son varios los elementos que se consideran a la hora de elegir y valorar una perla, a saber, el diámetro, la forma, el color, el oriente, el grosor de su capa de nácar y su pureza. Su calidad, y por tanto, su precio vienen dados por la mejor combinación de estos parámetros:
1. Diámetro
El tamaño es un gran determinante del precio. Cuando mayor es la perla, mayor es su valor.
2. Forma
Como sabemos, pueden encontrarse perlas de muy diferente forma. La utilización de unas u otras es una cuestión de gusto y creatividad. Las redondas son las más populares. Cuanto más perfecta es la perla, mayor es su valor. Mención especial merecen las perlas barrocas. Son de forma irregular pero muy apreciadas por su originalidad y se están viendo mucho incluso en alta joyería. Las formas más habituales en que se comercializan las perlas son:
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Redonda
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Perilla
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Barroca
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Oval
3. Color
Los colores más habituales son los blancos en sus diferentes tonos. Como en cualquier otro producto, a mayor demanda, precio más elevado. Sin embargo, a nosotros nos encantan otros colores más raros, en especial los dorados y verdosos. se pueden crear con ellos accesorios de moda bien vistosos. Os dejamos una relación con los colores más comunes en las perlas:
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blanco-rosado
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plateado
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dorado
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rosa
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crema
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verdoso
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azulado
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negro
4. Oriente
Algunas personas se refieren a él como brillo pero la palabra adecuada para definir el reflejo de las perlas es oriente. Podemos decir que el oriente es el efecto que produce la luz en las capas de nácar de la perla. Las perlas que acumulan muchas capas de nácar y mucho brillo de forma uniforme son las más apreciadas.
5. Grosor de la capa de cultivo
Cuantas más capas de nácar acumule la perla, mejor. A partir de 2 mm. de espesor podemos hablar de una buena calidad.
6. Pureza
Cualquier defecto en la superficie de la perla es un factor que la deprecia. Cuanto más lisa y perfecta sea, mejor.
Tipos de perlas
En función de cómo se han formado dentro de la ostra y de su aspecto, encontramos los siguientes tipos:
1. Perla quiste
Es la que se ha formado por completo con todas sus capas de nácar en el saco perlífero. Su forma suele ser redonda u ovalada
2. Perla barroca
Se forma igual que la quiste pero su forma no es homogénea
3. Perla blíster o mabé
Es la perla que se forma pegada a la cara interna de la valva sin llegar a separarse. De la misma sólo se utiliza la capa de cultivo tras su extracción.
El cultivo de las perlas
El hito de esta industria lo constituye el productor japonés Kokichi Mikimoto con la primera patente del sistema de cultivo en 1896. Con posterioridad, se fueron ampliando y mejorando las técnicas. Desde mediados del siglo XX, las perlas que se encuentran en el mercado son prácticamente todas cultivadas.
El proceso de cultivo de las perlas comienza cuando se inserta en la ostra un elemento extraño (normalmente una pieza de concha de otro molusco) junto a un trozo de manto de otro ejemplar en el órgano sexual de la ostra. Si la cosa prospera, esa partícula se convertirá en el núcleo de la futura perla.
El cultivo de la ostra puede hacerse en el mar o en lagos o ríos. El lugar de crianza también determina el valor del producto final. Veamos la diferencia entre las perlas cultivadas en agua salada y dulce
Perlas cultivadas de agua salada
El sistema es el mismo para el cultivo en las dos aguas. La diferencia, como es obvio, estriba en el tipo de agua y el tiempo de producción. Las ostras de agua salada pasan un mínimo de dos años en el mar mientras van recubriendo el núcleo con nácar.
Aunque hay muchos más, para el cultivo en agua salada se suelen utilizar tres tipos de ostras:
- Akoya japonesa, que puede producir perlas de hasta 10mm de diámetro
- La australiana, que puede producir perlas de hasta 14 mm.
- La de labios negros, con las que se obtienen las perlas de Tahití de color oscuro
Perlas cultivadas de agua dulce
En paralelo al desarrollo de la industria de la perla cultivada, se empezó a trabajar en Japón con mejillones de agua dulce, a los que se introduce un trozo de manto para que produzcan las perlas. Algunas variedades de estos mejillones son muy grandes y crecen muy rápidamente, lo cual incrementa y abarata la producción.
Hoy en día, con China sumada a la producción perlífera a gran escala, se están cultivando en agua dulce perlas grandes, redondas y de buena calidad y a precios muy inferiores a las perlas producidas en agua salada.
En Avenio amamos las perlas y las utilizamos en muchos de nuestros diseños tanto de joyas exclusivas como de accesorios de moda. Incluso nuestra colección Roma está dedicada a ellas.
Esperamos que esta entrada os haya resultado útil. Cualquier duda, ya sabéis que nos podéis preguntar.
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