Como estamos en la sección de curiosidades, voy a empezar con una de ellas que me llevará a investigar sobre los orígenes del encaje y los primeros libros de patrones para la elaboración de puntillas. Veremos en esta entrada un poquito de la historia del encaje y sobre todo, cómo la publicación de los libros de patrones ayudaron a su difusión por toda Europa.
Pues resulta que en el inventario de libros de la Biblioteca del Museo de Arte de Hamburgo (Hamburguer Kunsthalle) aparecía un ejemplar de un libro del siglo XVII. Su autora es la italiana Elisabetta Catanea Parasole y en él hacía una recopilación de plantillas y técnicas para la realización de encaje.
El título de la obra es «Teatro delle nobili et virtuosi donne» y su primera fecha de impresión fue 1616, es decir, una fecha muy tardía pues en Italia durante todo el siglo XVI se habían estado produciendo encajes y se habían estado divulgando sus principales técnicas y diseños.
Portada de una de las ediciones de «Teatro delle nobili et virtuose donne»
No fue ésa su primera impresión, sino que salieron después muchas más a las que se iban incorporando nuevos patrones. La obra contiene tanto información teórica sobre el arte del encaje como consejos prácticos para su elaboración, además de detallados ejemplos e ilustraciones.
Si os interesa entrar en el detalle o sentís curiosidad por verlo podéis descargar el libro en sus dos partes en este enlace y en éste otro.
Fue Italia el primer y principal centro de producción de encaje, ya fuera con hilo de lino, seda o metales preciosos. Y dentro de Italia, Venecia es la cuna de este arte textil, debido en parte a su privilegiada posición comercial con Oriente. Otras ciudades productoras fueron Milán y Génova.
A lo largos de los siglos XV y XVI se desarrollaron en estos focos productores italianos un gran número de técnicas y motivos. Lo más probable es que comenzaran por trabajos de aguja que completaban las piezas de tela. Los motivos se dividían en geométricos llamados «reticella» y florales, más de fantasía.
Como es lógico, los primeros libros de patrones para la fabricación del encaje se publicaron en Venecia a mediados del siglo XVI. Los autores de dichas ediciones empezaron a dejar claras las diferencias entre encaje y bordado, técnicas que en un inicio nacieron unidas.
Sin duda, los libros de plantillas de encaje más relevantes fueron los recopilados por Matteo Pagano (1515-1563). Él se encargó de imprimir 9 libros con diferentes técnicas y patrones válidos tanto para trabajos de aguja como de bolillos.
La segunda generación de libros de patrones de encaje es la que inaugura el veneciano Federico di Vinciolo cuya obra “Les singuliers et nouveaux pourtraicts” Juan Le Clerc publicó en París en 1587.
Cubierta del libro de Federico de Vinciolo sobre encaje publicado en 1587
La novedad de este libro es que por primera vez los patrones fueron tallados en madera y representados en blanco sobre negro. La aportación de Vinciolo fue muy popular por su estilo sencillo y práctico, debido sin duda a que el autor era productor él mismo.
Ilustración del libro de Federico de Vinciolo «Les singuliers et nouveaux pourtraicts»
Antes de acabar nuestro recorrido con la obra de nuestra Elisabetta, nos queda repasar el libro de 120 páginas aparecido en 1591 titulado “Corona delle nobili et virtuose donne” cuyo autor fue Cesare Vecellio. Fue tal su éxito que se conocen 60 ediciones del mismo entre 1591 y 1625.
Cubierta del libro de C. Vecellio de 1591 «Corona delle nobili et virtuose»
Ilustración del libro de C. Vecellio de 1591 «Corona delle nobili et virtuose»
En estas otras entradas podéis profundizar en la historia de los chales y mantillas de encaje, así como en el origen y protocolo de uso de la mantilla española.
El encaje es el componente principal de la Colección Lady Lace de Avenio.